La verdad sea dicha, Live, lanzado en 2000, no fue más que un intento por parte de su discográfica para aprovechar hasta la última gota, el éxito de Alice in Chains como uno de los grandes del sonido de Seattle. Nirvana había sucumbido forzosamente con la tragedia de Cobain, Soundgarden se habían disuelto, Pearl Jam parecían haber derivado a una corriente rock más tradicional y Alice in Chains, bueno, era claro que Alice in Chains ya no existían desde 1996. Sin embargo, parecía que los fans seguían ansiando rock con influencia del sonido de Seattle y prueba de ello era el éxito y atención que estaban obteniendo a finales de los 90, las bandas de la llamada época “post-grunge” como Godsmack, Creed, Bush, Puddle of Mudd y Chevelle entre otras. Es así como la discográfica con la que aún mantenían un vínculo vigente decide poner en las tiendas un disco más que esperado por los fans y que mantendría con vida la esperanza de verlos salir del foso donde se encontraban.
Aún cuando Alice nunca mostró una verdadera voluntad por lanzar un registro en vivo, quien sabe por qué razones, la necesidad de escucharlos en vivo era inmensa y en el período anterior al lanzamiento ya circulaban a través de disquerías especializadas o a través de pedidos vía correo un montón de grabaciones piratas o bootlegs que retrataban ya sea a través de grabaciones de alguien en la audencia o bien de grabaciones desde la mesa de sonido, las actuaciones de en vivo de Alice in Chains. Algunas de estas grabaciones eran realmente paupérrimas, mientras otras como la actuación en Seattle Center Arena en 1992, Toronto 92 conocida como “Life in Chains” , la actuación en Tillburg 93 conocida por su nombre pirata “Little Red Rooster” y la actuación en Glasgow 93 con el nombre de “Bad Dream”, eran realmente joyas dignas de escuchar. El Show de Glasgow, es quizás, el mejor show del que se mantenga un registro en vivo de la banda y fue grabado por la BBC. De este show, es donde precisamente se extraen varias canciones emblemáticas de la banda para componer este live oficial, constituyendo la primera fuente para este disco.
Alice in Chains
Live
“Live” es el pago de una deuda histórica. Aquella que ansiaban los fans de los 90; tener un documento palpable y con la mejor calidad que mostrara lo que fue Alice in Chains durante el corto e intenso período de 6 años. Aún cuando existía Unplugged, el período en carretera no había sido abordado por la banda con un album oficial en vivo, que graficara el poder atronador de un grupo que sólo realizo un tour mundial y que debido a los excesos de la vida en la carretera, se distanciarían indefinidamente de los escenarios, por un período indeterminado.
Sin embargo no solo el período de oro de Alice (92-93) sería cubierto en este álbum. Sería cubierta la primera época correspondiente a Facelift y Mike Starr, la segunda y más conocida que correspondía a Dirt y su correspondiente tour mundial, y la última etapa correspondiente a Tripod y los únicos shows que dieron, como acto de apertura para la reunión de Kiss.
El álbum parte con una conocida nuestra extraída del Home video “Live Facelift” de 1990 en el teatro Moore.Se trata de “Bleed The Freak” y la verdad es que suena tremenda con los ajustes realizados para llegar por primera vez a CD. El bajo de Mike Starr suena con una profundidad que realza el carácter que todo track inicial debe tener. La guitarra de Cantrell suena con absoluta nitidez y batería de Sean suena realmente potente, realzando el poder de Starr. Mención aparte la voz de Layne que se escucha en este inicio melódica y poderosa a la vez, entregando los énfasis exactos a cada nota que que debe cantar. Un inicio soñado para los que esperábamos con ansias el Live oficial.
Continúa una canción que antes habíamos en el bootleg “Alice in Wonderland”. Comienzan los rasgueos de estilo country en la guitarra de Cantrell y comienza la divertida “Queen of the Rodeo”. La verdad es que para muchos los años 90 y 91 son considerados como los mejores en términos de la ejecución musical de la banda. Creo en lo personal que quizás tengan toda la razón del mundo, porque las canciones en esta época suenan diferentes en lo vocal que todas las etapas posteriores, con un Layne realmente divertido y compenetrado en su rol de frontman “entretenedor” y la banda tocando a la velocidad exacta (períodos posteriores algunas canciones muestran un poco de rápidez respecto de sus versiones originales). El sonido espectacular para una gran versión de esta canción que nadie esperaba que viniera en el tracklist.
Luego de Dirt, comenzamos a adentrarnos en la última etapa del álbum, aquella de los conciertos de Kiss. Parte “Them Bones” y lo primero que llama la atención es la inexistencia del clásico “ Ah Ah Ahhh” por parte de Layne en el inicio. El sonido es más sucio, sin profundidad de bajos. La voz de Layne se encuentra deteriorada, y eso es innegable sobre todo cuando has escuchado desde el principio este album, canción a canción. Layne se olvida de las letras en un par de ocasiones lo que hace que inevitablemente uno se haga la pregunta ¿Por qué decidieron poner esta versión si existen tantas pero tantas versiones muchísimo más poderosas de Them Bones? Algunos dirán que la intención puede haber sido tratar de mostrar la terrible evolución de la voz de Layne y dejar testimonio que la verdad era esta, que así fue como existió la banda en estos años, como cuando nos decían en la clase de ciencias “El hombre nace, se desarrolla y muere”. Puede ser. En lo personal y habiendo escuchado tantas grabaciones en vivo de Alice in Chains, puedo decir que la etapa de los conciertos de Kiss estuvo totalmente de más. Por calidad de sonido y por contexto.
Lo anterior se confirma en canciones como “God Am” y “Again” que requieren una gran performance vocal, que Layne efectivamente ya no tenía debido a su enfermedad. Musicalmente la banda está correcta, pero no podemos cegarnos y decir que Layne está bien, porque simplemente no es así. Prescindibles totalmente, en mi opinión.
Layne pareciera recuperar terreno en “A Little bitter” a pesar que se escucha algo cansado. El volumen de la voz predomina con creces por sobre los instrumentos. Insisto en que se podría haber otenido un muchísimo mejor sonido de estas actuaciones. Es bastante inexcusable para una banda del tamaño de Alice in Chains tener el sonido de las ultimas 5 canciones.
Finaliza el álbum con “Dam that River” . El arranque de la banda es completamente demoledor, pero una vez más la voz de Layne está débil y lo que es peor, con un color de voz totalmente distinto. Una vez más pierde la letra en un par de ocasiones. Sin embargo se nota el esfuezo por parte de él de darlo todo en esta canción. Eso lo agradecemos todos.
Live es un álbum dispar. Por una parte es un documento de incuantificable valor en el sentido que grafica al menos hasta “Junkhead” toda la fuerza de la banda y en particular, de la voz de Layne. El querer abarcar 3 períodos distintos de la historia en vivo de Alice in Chains, creo que le resta en vez de sumarle. Aquí se nota una manipulación por parte de la discográfica de querer hacer más que nada un “Greatest Hits Live”, tratando de poner canciones de todo el catalogo de Alice in Chains hasta esa fecha. Pero eso conlleva el riesgo de los problemas de “continuidad” y le resta el componente emotivo que es justamente, la esencia, de todo álbum en vivo. Los grandes álbumes en vivo por lo general ocupan solo una locación y existe un interés de la banda por justamente eso, producir un excelente en vivo, por lo que los equipos de grabación se trasladan hacia el recinto y ocupan un productor que se ocupará de vigilar cada uno de los detalles de la grabación. Quizás si se hubiera lanzado completo el concierto de Glasgow de 1993, sin diferencias de sonido entre canciones y con toda la magia de una noche única, estaríamos hablando de un GRAN álbum en vivo de Alice in Chains. Pero no se confundan, el resultado está muy lejano a ser malo, solo que podría haber sido sublime. Pero no lo fue, y aún así es un disco para atesorar en la colección.
Por: Schulz.
Con “Angry Chair” se inicia la secuencia del concierto de Glasgow y que se extenderá por 6 canciones. El sonido se presenta potente aún cuando el inicio de la guitarra de Layne suena un poco débil en esta. Esta canción (al igual que Man in the Box y Love Hate Love) no aparecieron en el bootleg “Bad Dream” por lo que para los fans es un verdadero regalo poder contar con todas las canciones que fueron interpretadas en ese clásico concierto. ¿Que se puede decir de esta versión? No mucho, casi al borde de la perfección con Layne y Cantrell totalmente compenetrados en las voces, la marca registrada de esta canción y a Sean Kinney y Mike Inez (si Inez, quien en este concierto de 1993 ya había reemplazado a Starr) haciéndole total justicia a la versión de estudio. Un clásico.
En aquel tour de 1993 “Man in the Box” tomaba prestadas casi siempre la batería final de su predecesora Angry Chair y partía como un torbellino emotivo para cerrar el show generalmente. Aquí ocurre justamente eso, sólo que en el orden de este Live MIB ocupa la cuarta posición en el tracklist, algo de alguna forma inédito, y que hace que el escucha se sienta un poco confundido en la parte más emocional. Con todo, esta versión es magnifica y nos muestra a Layne a tope, asi como a toda la banda. El Groove es inmenso y se siente el poder de la banda en su máxima expresión.
Es ahora el turno de “Love Hate Love”. Es quizás la mejor versión en vivo de esta canción en conjunto con la de Live Facelift. Soberbia, magnifica, aterradora, oscura, depresiva. El bajo de Inez destaca magníficamente apoyando la batería de Sean y dándole ese toque fantasmagórico de la canción. Una gran interpretación.
Luego vienen “Rooster”, “Would?” y “Junkhead” del mismo concierto de Glasgow, todas de gran factura y con un sonido impecable.
Una gran sorpresa llega con el track 9. Se trata de “Dirt”, una canción qué fue grabada en el Club Quatro en Nagoya, Japón en Octubre de 1993. Hasta antes de éste álbum en vivo no se contaba con registros de esta actuación en bootlegs, por lo que resulta ser un agradable regalo para los fans. La canción en si tiene un sonido menos contundente que la actuación de Glasgow, aunque no se puede decir que está mal. Layne, a pesar del título (Drunk & disorderly versión) se muestra en perfecta condición ofreciendo una versión muy correcta. El trabajo de batería por parte de Sean es destacable por su contundencia, precisión y elegancia, en una canción que no era de las recurrentes en el setlist de aquella época. Una muy buena versión.